Somos de generaciones diferentes.
Quizá nunca entiendas la mía,
pero la verdad, te miro,
y temo que no comprendas la tuya.
Por esta vez hazme caso,
sabes que nunca te mentiría.
Vivimos en un país de mierda
donde mandan gobiernos de burguesía.
Y tú ahí, tan pequeña,
que no comprendes ni por qué es de día,
vas a tener que entender la lucha
mucho antes de lo que te gustaría.
Quiero quitarte los miedos,
evitarte las caídas,
pero sabes, me conoces,
los años y daños me han hecho realista.
Hoy voy a serte sincera:
no voy a ayudarte en nada.
Quiero que caigas tú sola
y te levantes agotada.
Quiero que seas tuya,
que no tengas etiquetas,
que tengas tus propios gustos
sin miedo a lo que otros piensan.
Siente, siente, siente y siente.
Nunca te prives de nada.
Desabrígate los botones en la lluvia
que ya el resfriado vendrá mañana.
No voy a darte consejos
ni quiero ser egoísta.
Pero a mí no me sirvió nadie
dándome lecciones de vida.
Puedo enseñarte a pintarte los labios de rojo,
a tragarte el llanto por orgullo,
a querer con el alma sin que se note
y a que no podrás evitar enamorarte de algún capullo.
Pensándolo mejor no quiero quitarte miedos
ni evitarte las caídas.
Quiero estar presente en ellas,
ver como te recompones y caminas.
Somos de generaciones diferentes
y tú nunca vas a entender la mía.
Solo espero que la tuya
siga haciendo poesía.
Cristina López.