jueves, 26 de noviembre de 2015

EL MIEDO ES UN INSTINTO



Nos escondemos de las inocencias,
de nuestras propias ocurrencias,
y pensamos.

Todo lo analizamos 
de manera portentosa
y decidimos en clave
de nuestro instinto.

Sin atender las razones
ni los sentidos comunes
ni los deseos
y tampoco las pasiones.

Quizá sea el miedo. El puto miedo.
El que te paró los pies 
antes de hablar con ella.
El que no te dejó posar los pies
en ese avión.
El que decidió colarse
en contra de tu decisión.
El que te dijo que la apuesta
era baja para la inmersión.
Para invertirte los besos
de los sábados en el sillón.

Y ahí está.
Muerto por dentro y sin estrenar.
Y aquí estoy.
Muerta de miedo y sin apostar.

Uno más uno 
son el doble de inseguridades,
pero también existe la posibilidad
de hacernos el doble de fuertes
ante las adversidades.

El instinto animal 
nos come lento por dentro.
Si cogemos ese tren
venceremos nuestros miedos.

Corre.


                          Cristina H. López


sábado, 24 de octubre de 2015

CARTA ABIERTA A MIS OJERAS



No son pocas horas de sueño,
son muchos sueños encima.
Contaré el secreto.

Estas ojeras oscuras
me acompañan desde el uso de razón
para vivir sin razonarlas.

Media vida tratando de ocultarlas
por si me roban los sueños
que han creado sus entrañas.

Y esta noche he descubierto
la razón que las guardaba
y las llenaba de marrón.

Cuanto más intensas sean
tus ojeras en color
más sueños tendrán por dentro.

Se tiñen del sentimiento
que promueve los deseos
antes y después de dormir.

Y también se sueña despierto
y también se tiñen de alientos
de amores por descubrir.

De salvar princesas
comprar planetas
y ejércitos por dirigir.

Las ojeras son cajones
de reserva, por si el alma
navega con carga llena.

Las ojeras son guardianas
del deseo de cumplir
lo que el corazón espera.

Mírame ahora, color oscuro,
sueños que tiñen
bajo mis ojos la estela.


                        Cristina H. López

martes, 20 de octubre de 2015

NO ESPERAR Y TIRARTE DEL TREN


Hablaron de partidas ganadas
de cincuenta citas
de romper corazones 
y veranos en Ibiza.

De todo su éxito,
lo bien que le iba,
lo alto que llegaban
sus pies al saltar.

Todo lo demás
eran pájaros
volando
sobre azoteas extrañas.

Todo lo demás
eran crímenes
sin intención 
de resolver.

Todo lo demás
era invierno
con niebla
y a oscuras.

Todo lo demás
eran ciegos
bailando a la luz
de la luna.

Su vida era otra,
su interior un roto
más grande que el descocido
de sus vaqueros rojos.

Nadie.
Su mirada se perdía
y buscaba sin éxito
escondites que abrigaran.

Era la niña con suerte
y talento
que bailaba entre cartones
cuando nadie la miraba.

Se esperaba
lo mejor de ella
y lo mejor
era esperar...

Nadie.
Llevaba años esperando
pero no aparecía
ni él, ni nadie.

Esperar tiene muchos sentidos.
Esperar-desesperar.
Esperar-hacer.
Esperar-dañar.

De ella esperaban
la luna
pero su espalda
ya no la soportaba.

Ella esperaba
pero todos pasaban
y la miraban
como la figura que era.

La perfección
que le habían
inventado 
era errónea.

Y ella empezaba
a creerse
que era eso,
una estatua.

Para qué esperar
si nadie la esperaba.
Cambió de vagón
y saltó por detrás.

Era la niña perfecta,
sólo que en los raíles
la vida es más corta
porque los trenes no esperan...


                           Cristina H. López.

martes, 13 de octubre de 2015

PIENSO, LUEGO VIVO



De hoy no paso.
Pienso ir
y arrugarte las mejillas
y llenarte los lunares.

Pienso
comerte las heridas
y sanarte hasta los huesos.
¿O era al revés?

Pienso
dejar de pensar
y dejarme llevar
lentamente hasta tu cuello.

Pienso
marearte a besos
llevarte a Los Alpes
sin necesidad de vuelo.

Pienso
escalarte
y ponerme en la cima
para gritar tu nombre.

Pienso
morderte
muy lento, muy fuerte
que notes que existo.

Que duela vivirlo
que quieras sentirlo.
Pienso bailar esta noche
sin zapatos en tu ombligo.

Y dolerá
pero querrás vivirlo
porque sólo lo que duele
te recuerda que estás vivo.


                         Cristina H. López


lunes, 5 de octubre de 2015

IMPACIENTE, ESPERA



Soy paciencia.

Me llaman madre de la ciencia
pero nunca fui madre de nada.
Solo soy refugiada de la guerra
entre la mente y el alma.

Soy la que interrumpe los primeros besos
y ata despacio los nudos de las corbatas,
soy la que te enseña a leer y a ser ordenada
y sabe que si no es hoy, será mañana.

Soy la mejor amiga de la esperanza
mi aliada preferida
que se cuela entre las rejas
y deja entrever por detrás de la cortina.

Estoy hecha para relaciones largas
y recetas complicadas.
No de las que se descongelan en microondas
Sí de las que a fuego lento se preparan.

De ir despacio
con buena letra
que no es buena caligrafía
sino tener la mente puesta.

Que me lías
entre líneas
y me enamoras
y se me olvida quién soy.

Solo suelo ser un nombre
tan común y femenino
como las niñas de apellidos
Fernández, López y Cruz.

Soy paciencia,
encantada.
Te ayudaré cuando quieras
pero con calma.

Siempre voy con ella,
se me cuela en la mochila,
me enseña las constelaciones
y no me deja andar deprisa.

Es bueno andar conmigo
para conservar la vida
pero me han contado que existe
un mundo que no es de cristal.

Que la paciencia es bonita
para conocer amores
pero el éxito de haber vivido
reside en riesgos mayores.


                          -Cristina H. López-

martes, 29 de septiembre de 2015

EL CHICO DE DELANTE


(Ir en Titsa no sólo aburre. A veces da inspiración).

El chico de delante
ha revisado su reflejo
unas diecinueve veces
y sigue estando ahí.

No tiene cara de asombro
frente a la misma imagen de siempre
y no deja de sorprenderse
de lo lento que va todo.

Revisa la arruga de su camiseta
y no se extraña.
Alguna mancha en los pantalones
lo mismo de siempre.

Va tan desaliñado
que da vértigo mirarle
por si su forma es el reflejo
de todo lo que le sucede.

Pone caras diferentes
pero sigue siendo el mismo,
el que deja de mirar el paisaje
para encontrarse en el abismo.

Se vuelve a mirar
y ya van veinte.
Nada ha cambiado 
a pesar de los intentos.

Con peso del remordimiento
cambia de postura
y le sonríe al reflejo
pero no lo convence.

No se ha vestido para nadie
más que para sí mismo
y no se gusta,
no se pone.

Se regala esa cara
de querer terminar la cita
pero el contrato está delante
y no lo puede romper.

Aparta la vista ahora,
no le interesa lo que diga
cuando observa su mirada
desde la primera fila.

Y se asusta
de lo injusta que es la vida
porque sólo en un reflejo
toda su vida palpita.

Se larga por la puerta
y su reflejo ya no existe.
Para mí ha acabado todo
pero a él siempre le persigue.

El chico de delante
tiene veinte versos en la mano
y aunque su reflejo ya no es mío
siento recordarlo a ratos.


                             Cristina H. López


jueves, 24 de septiembre de 2015

NUESTRA GENERACIÓN AÚN NO TIENE NOMBRE, PERO CASI


Somos curiosos por naturaleza
guerreros azules
de sangre caliente
y alopecia en las lenguas.

Somos nativos de las vacunas
que no nos curaron del todo
pero nos hicieron inmunes
a cualquier tipo de falsedad.

Nacimos antes que la lucha
y después de la guerra
en una transición de lenguaje
que no nos dio ninguna tregua.

Una generación de antología
que se muere por brillar
a quienes se empeñan en quitar
la luz propia que les guía.

Somos nietos de los rojos,
de los que mataron a los rojos,
de los que huyeron siendo rojos
y no se rindieron por perder.

No tenemos sangre azul
pero tampoco nos gustaría
porque la lucha exige el valor
que el azul nunca tendría.

Somos esa generación
que tiene enciclopedias en el mueble
móviles en el bolsillo
y enciende la lucha en las redes.

Pero aunque la pantalla
hoy ocupe nuestros días
algunos seguimos siendo
creyentes de la compañía.

No hay nada como los bares
para gobernar el mundo
dictar las leyes
y frenar reyes sin perder rumbo.

Somos esa multitud
que por fin le pone nombre
al amor de los amores
sin género ni razones.

De personas con personas
y respeto antes que leyes.
De entender que ya no importa
Ser homo, multi, bi o hete.

Que nos quitamos los nombres
y los tiramos por la borda.
Ahora se ama con más ganas
sin cinta aislante en la boca.

Resucitados nos convertimos
en otros seres andantes
que tienen sed de revolución
con palabras por delante.

Victoria a los elegidos.
Unión a la nueva fuerza.
No se asusten abuelos,
volveremos de la guerra.

Con un libro bajo el brazo
y con las gargantas secas
de gritar versos de poetas
que escribieron antes de luchar.


                               Cristina H. López.



miércoles, 16 de septiembre de 2015

LOS INVIERNOS SON ETERNOS, PERO SIEMPRE TIENEN FIN

                                      Ilustración de Sara Herranz.


Tengo una mancha de nacimiento
que se empeña en salir en verano
al encuentro del agosto
en el que conoció tu voz.

Y es peligroso el otoño
por la estación que nos deja.
Y el invierno se hace eterno
cuando no te saben abrigar.

Me dejaste con la sombra
en los talones y desnuda,
como si pudiera andar sin ti,
construyéndome la tumba.

Tercera vuelta a la esquina,
quinta vez que me miraste,
primer beso,
segunda cita.

Rotos los esquemas
y quemados en la esquina
decidí hacer fotos nuevas
que trajeran otro clima.

Pero siempre había nubes,
nunca el cielo clarecía
porque el invierno es eterno
si tienes las manos frías.

Eso significa, amiga
que este mes nadie te abriga...


                        Cristina López.



viernes, 11 de septiembre de 2015

UNA CARTA AL PRESENTE


El fallo fue
ponerle nombre
a todas las cosas
cuando la pasión iba armada
y la razón dejó de hablar.

Pero es un delito no morir
cuando te matan a besos
y te resucitan el alma
para callarte con versos.

Así valía la pena,
andar sin penas.
Sin necesidad de recomponerte
porque te habían compuesto
canciones nuevas.

Porque el llanto
ya no es llanto
si se ríe en la tristeza
y se llora sonriendo
en los labios que te besan.

Te hacen grande
y pequeña
y todo a la vez
y nada.

Basta con estar sentada
para escucharte durmiendo
en la silla donde las noches
se vuelven días inquietos.

Aunque decidas bajarte
jamás querré andarte lejos,
jamás olvidaré tu nombre,
jamás se marchará lo nuestro.

Siempre he pensado
que recordar es vivir de nuevo.
Yo siempre hablo en presente,
porque el pasado está muerto,
y el futuro quién sabe...

El futuro es un animal
vagando alrededor de su presa.
Impredecible e incierto.
Nadie sabe si atacará.

Por eso he decidido
hablarle a mi "yo" de ahora
escribirle una carta
que ya ha empezado a leer.

No te arrepientas de nada.
Aquello que vivió tu pasado
no importará mañana
porque tu "yo" futuro
nunca se arrepentirá.

Y lloro ahora
que lo escribo y leo
porque es incierto lo real
que puedo llegar a ser.

                         
                           Cristina López-


martes, 1 de septiembre de 2015

LEJOS DE LA SILLA HAY VIDA


Mírate.
Estás ahí sentado
sin valorar tus logros,
con las heridas sin sanar.

No recuerdas que un día
fuiste el espermatozoide más rápido,
el primero y único en ser semilla
para venir hasta aquí.

Hasta una silla inútil
que cojea y le hace falta barniz.
Una mano de pintura.
Igual que a ti.

Colores nuevos.
Y tiritas.
Respiraciones profundas
y momentos en los que sobra respirar.

Levántate, joder.
Que los días no se cuentan en suma
sino en divisiones de raíces cuadradas
y bien crudas.

Como la realidad que nos depara
si salimos a la calle.
Tienes que saber que el fracaso
lleva la ventaja en este pase.

Pero,
¿prefieres tu silla?
Las sillas son solo objetos
donde recobrar el aire
para continuar corriendo.

Levántate.
Ya ha terminado tu tiempo.
Ahora toca sacudir el polvo
y morder el viento.

Con las telarañas en el cajón
y la silla en el trastero
no habrá tiempo para pararse
y recobrar el aliento.

Los errores van ganando
a consecuencia del viaje.
Quien no arriesga nunca gana
y tampoco vale el empate.

Ahora que sabes lo que significa "vida"
ya ni recuerdas la silla
porque no hizo falta sentarte.
Suspira ahora, te lo mereces...

Fin
del 
viaje.


                             Cristina López.

martes, 25 de agosto de 2015

POR AMOR AL ARTE



Que no.
Que el amor al arte
no puede ser impuesto.

Que son flores
que han nacido con nosotros
y han florecido bajo el brazo
para salir a la luz.

Quien intente lo contrario
acabará con la magia
y los placeres del disfrute
que el amor al arte exige.

Se romperán los esquemas
que no necesita la magia.
Y si no hay normas que romper
no habrá manos para pararla.

No se puede retener el arte
de la misma fría manera
que no se puede imponer.

No se puede amar al prójimo
si estás obligado a ello.
No se puede hacer el arte
con las manos en el cuello.

Y no.
Mi respuesta es negativa
si decides imponerme 
los horarios de oficina.

Esto no es remunerado
y mi salud está primero.
Todavía recuerdo que antaño
la diversión era el sueldo.

Que las cosas han cambiado
para todos, eso es cierto.
Pero el arte ya no es arte
cuando es tan alto el impuesto.

Que no.
Que el amor al arte 
tiene que salir de dentro.

                                 Cristina López.

jueves, 20 de agosto de 2015

PARA TODOS LOS CONSEJOS: LAS PAREDES



Seguro
que los mejores consejos
los darían las paredes.

Ellas, sin querer
han escuchado los llantos
las noticias más amargas
los secretos más callados.

Han podido estar
en reuniones confidenciales
en todas las primeras veces
en las despedidas más duras
en todos los 'siempre' y 'a veces'.

En 'este es el último beso',
en 'calla, que creo que viene',
en 'no, no toques eso',
en 'me marcho el año que viene'.

Nadie tan paciente como ellas
que nos han escuchado gritar,
como para no saber dictar
si les pedimos consejo.

Infravaloradas
han aguantado los golpes
que les damos en el vientre
si otros son los que nos rompen.

Y ellas nunca salen en la historia
ni son las protagonistas,
pero si necesitamos apoyo
siempre existe una cornisa.

Son las que mejor
me han guardado los secretos,
con ellas ya tengo confianza
y están ahí si no me duermo.

No me juzgan
ni en los terremotos tambalean,
y es que me vengo a dar cuenta ahora
así, de esta tonta manera...

Que son las malditas paredes
las mejores consejeras.


                            Cristina López.



lunes, 17 de agosto de 2015

VIAJAR NO ES SOLO CUESTIÓN DE AVIONES



El billete de vuelta
no significa regreso.

Quizá sea imposible regresar
de todo lo que nos toca por dentro.

Inténtalo.
Si lo consigues cuéntame el secreto.

De cómo recorrer el mundo
sin pisar el suelo.

De cómo regresar del viaje
sin echar de menos.

De verme las heridas en la cara
y querer alzar el vuelo.

Dicen que la clave son los latidos
donde se esconden los recuerdos.

Que regresar es mentira
y solo pertenecemos al billete de ida.

Que nuestra alma queda esparcida
por todos los lugares visitados.

Que nuestro cuerpo se llena
de todas las personas que has tocado.

Viajar no es solo
cuestión de aviones.

Viajar es conectar pulgares
aceptando las consecuencias.

Es dejarse llevar bailando
por las manos que nos trepan.

Es una canción de verano
escuchada a solas en invierno.

Es abrazar a alguien
después de mucho tiempo...



                        Cristina López.





lunes, 10 de agosto de 2015

AGOSTO FUE DEL SOL



Agosto fue del sol
en un pasado cercano.
Hoy se antoja en tono gris
porque sabe que has llegado.

Que le has hecho tú la sombra
que no es el protagonista
de ninguna de mis obras
que he tachado de mi lista.

Agosto fue del sol
y de andares elegantes
pero hoy ha perdido la luz
que al mirarme le quitaste.

El sol hoy está
más cerca de mi Tierra.
Emite su propia luz
y camina sobre piernas.

Agosto fue del sol
antes de tu llegada.
Desde entonces es otoño
trepando por la ventana.

Tú eres sol de primavera
en agosto y yo con falda
octavo mes que retrasas
cuando yo duermo a tu vera.

Agosto ahora eres tú,
mi verano,
mi sol,
mi luz.

                          Cristina López.

miércoles, 5 de agosto de 2015

CON UNA BANDERA BLANCA


Me gusta que te enfades
cuando yo no soy la causa
sino solo tu calmante.

Y la furia es bienvenida
si te desquitas conmigo,
si soy tu reina mimada.

Te entiendo tan solo un poco
o eso finjo cuando duermo,
y si despierto te encuentro

Tumbado sin preocuparte
que ha pasado por tu mente
casi diez minutos antes.

A veces finjo entenderte
menos de lo necesario
para que me abras los dientes

Y decidas acercarte
con una bandera blanca
que dentro lleve mi nombre.

Y te rindes divertido
porque sabes que te quiero
si me pongo mi vestido.

Y conviertes en hogar
todo lo que vas tocando
y susurrando al oído.

No hacen falta las cadenas
que yo me quedo a tu lado
porque crees en las sirenas.

Porque gustas de imposibles
que nacieron en mi mente
y siempre me hiciste libre.

Porque a veces 
yo también saco mi bandera
para rendirme en tu norte.

                   Cristina López.



martes, 4 de agosto de 2015

NO ME IMPORTA


HOY ESCRIBO AL AMOR



Hoy escribo al amor
que se enreda en la maleta,
que no encuentra una receta
para ser siempre normal.

Hoy escribo al amor
que no tiene condiciones
que trepa por mi cabeza
y me ciega la razón.

Hoy escribo al amor
que no sabe nadar
que se empeña en ser azul
y se piensa en soledad.

Hoy escribo al amor
que hace pequeños los miedos
que es el sol por la mañana
y calienta el desayuno.

Hoy escribo al amor
que se atreve a ser soltero
que se basa en libertades
que no entiende los consejos.

Hoy escribo al amor
entre todas las mujeres
entre hombres y animales
entre tú y tu propio yo.

Hoy escribo al amor
sin historias ni complejos
sin pasados que arrepientan
sin futuros meditados.

Hoy escribo al amor
que es de familia en domingo
que te hace bailar descalza
que no entiendes y es por eso...

Que escribo siempre al amor.
A todos los amores.
Y desamores
que me dieron la razón.

viernes, 31 de julio de 2015

ABURRIDOS DEL ABURRIMIENTO



Conectar las cicatrices
a veces es complicado
si la política de privacidad
no acepta nuestro contrato.

Defenderse de lo evidente
es un imposible humano.
No aceptamos los errores
que nacen en nuestras manos.

Buscamos razones para quedarnos
y huimos si llegamos a encontrarlas.
Somos así de simples y complicados,
impacientes y malcriados.

Las macetas las regamos
tres veces y media al año
y la digestión la hacemos
dos horas antes de bañarnos.

La cama es el ciclo idiota:
levantarse y arreglarla
para en menos de veinticuatro
llegar cansados y destrozarla.

Abandonamos mascotas
cuando de ellas nos cansamos
y para el resto de cosas sin uso
creamos las tiendas de segunda mano.

Igual pasó con aquel mueble,
con tu marido,
con la enciclopedia Anaya,
y con la del quinto cuando se levanta.

También te cansaste de ti,
de madrugar los domingos,
de la bicicleta para los sábados
y de la dieta del viernes.

Del trabajo para el jueves,
del miércoles con tu prima,
del café largo del martes
y de tuitear "los lunes comienzan con una sonrisa".

Al fin y al cabo
inventamos
para tener algo nuevo
de lo que aburrirnos.

lunes, 20 de julio de 2015

REGRESAR ES UN VERBO NECESARIO



La inmensidad no podrá borrarte las raíces
si alguna vez
de alguna forma
amaste el lugar donde naciste.

Las rocas te mantienen anclado
a la llamada del siempre retorno
a madrugar por mirar la última estrella
junto al primer amor que tienes en la espalda.

A quejarte y defender
si alguien llega a despreciarla,
a cambiar la bombilla de idea
a aruñar la madera del tronco que la quema.

Los amaneceres de mis islas
se miran tumbados en la carretera
después de una fiesta
que tardamos en poner fin.

No creo que te olvides 
del sabor a salitre nunca
si lo mezclaste con besos
para adornar su sabor.

Al final no podrás romper el hilo
que te mantiene anclado
y te concibió erguido
por muy lejos que te vayas.

Regresar
se nos antoja necesario
cuando doblamos las cartas
para que ocupen menos espacio.

Y mi espacio flota en agua,
fue parido entre volcanes,
y aunque adore los aviones
me agarro del mar en calma.


                            Cristina López.

viernes, 17 de julio de 2015

...PERO LO ESTABA.



Digamos que no hemos puesto punto
que las comas sobraron con la velocidad
que tildamos palabras a gritos
que conjugamos la noche sin necesidad de verbo.

Digamos que los animales se quejaron del ruido
que las banderas eran todas blancas
que nos rendimos con ellas en el cuello
y apretamos hasta hacerlas rojas.

Digamos que los sordos nos oyeron gritar
y dibujaron sentimientos en todas las paredes
que la noche fue más corta que el hambre
que creamos el amanecer sin necesidad de sol.

Digamos que el horizonte eran tus piernas en las mías
que me movías en base a la monotonía
que eramos última hora en el vecindario
y hoy la señora del quinto no nos mira a la cara.

Digamos que nos hicimos devotos de nuestro cuerpo
que bajamos algún santo a nuestra cama con los gritos
que le hicimos dudar de su fe
que le hicimos creer que el pecado es exquisito.

Digamos que pasó
que yo no estaba durmiendo sola a las diez y media
ni que mi cama estaba más fría que nunca
ni que mis gritos pedían lo que ya no puede ser.

Digamos que no estaba sola...


                                              Cristina López.

martes, 14 de julio de 2015

LA NIÑA QUE VIVE DE ALQUILER EN MI CABEZA



La agonía habla de ti
más de lo que quieres contar.
Las esquinas se hunden 
y no saben convertirse en hogar.

No sueltas palabra,
solo das palabras sueltas,
pero no me dicen nada,
solo verdades a medias.

Las horas también se disparan
y lucen el calor que no provocas.
Quieren acelerar con su llegada
pero no saben que te dejaron sola.

Les cuentas que ya no viajas con él
y las horas ya no avanzan.
Mueren y tú con ellas
y con los litros de amor que derramabas.

Vives en el único azulejo
que dejaron con vida.
Vives en lo que llaman vivir
pero no sabes lo que significa.

No existes si no te nombran.
No eres caso.
No eres casa.
No eres cosa.

Eres la porción de la unidad
que jamás estuvo entera.
Eres la parte de la parte
de un país, de su frontera.

Eres un lápiz sin punta
mezclado en la caja de ceras.
Vagón a la deriva,
musa para pesimistas poetas.

Se morirían por crearte,
por escribir mientras lloras
para mojar sus cuadernos
y encadenarte a sus hojas.

Desearían que mordieras
tus adentros por un verso,
llenar tus lunares de prosa,
bailar al son de los muertos.

Pero no, solo yo puedo tenerte,
porque has nacido conmigo,
porque has crecido en mi mente.

Porque me debes tus penas
pero también alegrías.
Te alquilo cuando deseas
mi hostal que sangre palpita.

Vives dentro de mi ser
y nunca existió cadena.
Tú decides dormir aquí
cada martes de luna llena.


                   Cristina López.

domingo, 12 de julio de 2015

PARA LOS TRECES DE JUNIO




Ella es un baile de verano
que le quitó la mala suerte a los trece
para convertirlos en primavera con su llegada.

Siempre vivió entre dos islas
y crecer le hizo conocer una tercera
que le cambió su clima, su rutina y sus tareas.

Suerte la que tuve yo al conocerla,
porque solo bastaba estar un rato a su lado
para saber que te quería al lado de ella.


No es de las personas que conoces rápido,
de las que te sobran dos citas y media
porque en diez minutos sabes todo su pasado.

La confianza es un regalo muy preciado
que ella otorga a cuenta gotas, poco a poco,
y puede ser la razón por la que te quedes a conocerla.

Esto no es un poema medido
pero es que ni tú ni yo lo somos,
las noches de bar lo saben
como saben que los más coherentes son los locos.

Gracias por estos nueve meses de poesía
que fueron el parto de una bonita amistad.
Espero haber hecho la añoranza a tu isla más llevadera
y que ahora que regresas la mía te guste un poco más.

Gracias por compartir conmigo un Ojeda revolucionario,
un herido Rayden o un Marwan sentimental.
Por la primera de muchas jam sessions,
y como no, por dejar que te enseñara el mar.

Brindo por las tardes de cine,
por las cenas pagadas a medias
y por llegar a asfixiarme de risa contigo.

También brindo por lo que aun no hemos bebido,
por todo lo que no hemos bailado.
Brindo por hacer todo esto y más contigo el próximo año.


(Para Elena, en su diecinueve trece de junio, que para mí es el primero).

                                                               Cristina López.

jueves, 9 de julio de 2015

LA VIDA ES UN CANGREJO



Mi piel ha sufrido
los diecinueve golpes
que le han encestado mis años
y no tiene ganas de morir.

Mis alergias me han besado
tan fuerte que han dolido
y me han cogido cariño
en todas las estaciones.

Mi espalda luce las marcas
que no hace la noche sin ropa.
De las que nacen contigo
y ni la saliva materna puede borrar.

Tampoco tengo gran fuerza
si de la física hablamos,
pero he vencido muchos virus
agonizando el último asalto.

Bichos que no matas con la suela del zapato,
que quieres arrancarte capas,
que nada te salva
y prefieres huir de ti misma.

¿Existe otra solución
que no sea abandonarme?
Este jueves soy tan feliz
como el resto de la semana.

Motivo suficiente
sigue siendo respirar,
aspirar, suspirar,
y quedarme sin aliento.

La vida es un cangrejo
en dirección contraria,
se salta los semáforos
y yo no soy quien para pararla.

                        Cristina López






martes, 7 de julio de 2015

DEL VERBO HABER



Hay cosas que se encuentran con la luz apagada,
los sentidos bien abiertos
y los pelos verticales.

Hay lunares que se cuentan sin las manos
lanzando balas al horizonte
y golpeando constelaciones.

Hay erizos que se adhieren a la piel
o que nacen con nosotros
y albergan la risa tonta de los domingos.

Hay bebidas para acompañarse,
para beber acompañados
o para olvidar la compañía.

Hay golosinas para adultos,
películas para niños
y desigualdad en el mundo.

Hay pelos que marcan direcciones,
flechas que no llevan a ninguna parte
y espaldas cubiertas de señales.

Hay anillos que no son para los dedos,
collares para perros
y cámaras sumergibles.

Hay sabores que no han sido probados,
o no catalogados
y algunos que son difíciles de olvidar.

Hay libros que no han sido abiertos,
Biblias que no se han cerrado
y escritores sin descubrir.

Hay, del verbo haber
no tiene nada que ver
con el Ay, de suspirar.


                              Cristina López