viernes, 17 de julio de 2015

...PERO LO ESTABA.



Digamos que no hemos puesto punto
que las comas sobraron con la velocidad
que tildamos palabras a gritos
que conjugamos la noche sin necesidad de verbo.

Digamos que los animales se quejaron del ruido
que las banderas eran todas blancas
que nos rendimos con ellas en el cuello
y apretamos hasta hacerlas rojas.

Digamos que los sordos nos oyeron gritar
y dibujaron sentimientos en todas las paredes
que la noche fue más corta que el hambre
que creamos el amanecer sin necesidad de sol.

Digamos que el horizonte eran tus piernas en las mías
que me movías en base a la monotonía
que eramos última hora en el vecindario
y hoy la señora del quinto no nos mira a la cara.

Digamos que nos hicimos devotos de nuestro cuerpo
que bajamos algún santo a nuestra cama con los gritos
que le hicimos dudar de su fe
que le hicimos creer que el pecado es exquisito.

Digamos que pasó
que yo no estaba durmiendo sola a las diez y media
ni que mi cama estaba más fría que nunca
ni que mis gritos pedían lo que ya no puede ser.

Digamos que no estaba sola...


                                              Cristina López.

No hay comentarios:

Publicar un comentario